Por estos días de necesidad económica, donde cada centavo cuenta, encontrarse con gestos de honestidad y nobleza es poco frecuente, pero tanto Micaela como Julieta, dos de las 6 personas que fueron “desvinculadas del municipio” por el intendente Sumbay hace mas de 2 meses, demostraron que aún tenemos esperanzas de construir una sociedad mejor.
El pasado lunes las protagonistas de esta historia, que siguen reclamando por ser reincorporadas al municipio, fueron llamadas para cobrar un dinero que se les adeudaba.
En principio, de acuerdo a una presentación oportunamente realizada por Micaela Portal reclamaba el pago de las asignaciones salariales que le correspondía por uno de sus hijos, además de otros items que se acostumbra a abonar a los empleados “en blanco”; por eso concurrió a las oficinas municipales recibiendo la suma de $53.960 que entendió en ese instante correspondía a lo solicitado. Sin embargo, al llegar a su casa, sacando cuentas y averiguando con otras compañeras en similares circunstancias, se dió cuenta que el monto era mayor al que le debía ser pagado por ese concepto. De acuerdo a su cálculo le habían liquidado el doble por lo que decidió ir al municipio al día siguiente para reintegrar $26.980; o sea el 50% del monto total, que era lo que realmente le correspondía por dicho item.
Algo similar le ocurrió a Julieta Britez quien no había reclamado el salario familiar, ya que su pareja cobra el beneficio por Anses, sino el pago de los otros items que por ley corresponden y pensó que el pago correspondía a ese reclamo, pero luego constató que se trataba de la liquidación por asignaciones familiares que no debían habersele abonado, por lo que decidió también reintegrarlo al municipio
Por ello, el martes pidieron audiencia con el intendente Sumbay para hacerle entrega en propias manos el dinero mal liquidado y hacerle notar el grosero error en el que habían incurrido desde el área contable , recordándole cuales eran sus reclamos desde el primer momento. Micaela el pago de las asignaciones de uno de sus hijos y al igual que Julieta el pago de otros items como título, presentismo, etc. Dicho sea de paso, Sumbay les indicó que dichos items, de acuerdo a su opinión, no les corresponde cobrar por haber sido solo contratadas
La actitud de las ex empleadas municipales, que no pierden la esperanza de ser reincorporadas y evalúan tomar las medidas legales correspondientes en los ámbitos de la justicia laboral, fue ponderada por sus compañeros de trabajo como así también por la gran mayoria de los vecinos caldereños.
“Estamos, al igual que todos, atravesando una difícil situación económica, pero no vamos a dejarnos ganar por la avaricia. Somos personas honestas, criadas con buenos principios y que solo reclamamos por nuestro PUESTO DE TRABAJO” indicaron
Con respecto a la situación de sus otros compañeros, Micaela Portal indicó que “Tres de los que fuimos despedidos que no cobran asignaciones por eso este mes están sin ningún ingreso”
“La verdad que me hacía mucha falta esta plata, pero fue mi decisión de ir a devolverla”
Esto desnuda, además, una desprolijidad contable notable por parte del municipio que evidencia, una vez más, que maneja los dineros públicos con cierta discrecionalidad y sin tomar los recaudos pertinentes para abonar como corresponde, poniendo en riesgo el patrimonio del municipio. Cabe recordar que no es el único error contable en las liquidaciones de sueldos en el que han incurrido durante esta administración ya que ha habido varias quejas por malas liquidaciones en, al menos, 2 oportunidades anteriores que fueron subsanadas recién luego del reclamo de los gremios
Mas allá de todo, nos quedamos con el gesto de honestidad de Micaela y Julieta que a pesar de haber sufrido humillaciones públicas, haber sido menoscavadas por allegados al intendente por sus protestas, evidenciaron tener dignidad, aún en los momentos más difíciles de sus vidas.