Sin ningún tipo de justificación la intendenta de Salta, Bettina Romero, dispuso, a solo 2 meses de concluir su mandato, el pase a planta permanente del municipio a empleados que son de su propia planta política. La decisión se realizó mediante el decreto 224/23 causando malestar y repudio entre los trabajadores, como así también el inmediato pedido de derogación por parte del Consejo Directivo de ATE, encabezado por Mabel Álvarez, como así también de todos los gremios municipales. Anunciaron medidas de fuerza desde el próximo martes.
Como corolario de una muy pobre administración municipal donde siempre los trabajadores tuvieron que luchar por sus derechos debilitando la relación con Romero, esta dispuso de manera arbitraria que empleados políticos que la acompañaron en su gestión pasen a planta permanente en detrimento de otros empleados que esperan desde hace tiempo su estabilidad laboral.
“Es inconcebible la actitud de la intendenta de Salta, dado que entre gallos y medianoche dispuso que sus empleados políticos sean promovidos y queden en planta permanente, dejando de lado a otros trabajadores que vienen bregando por poder pasar a planta, algunos desde hace años”, indicó Mabel Morales.
LAS MEDIDAS DE FUERZA
Ante esta situación, de manera urgente tanto ATE como la INTERGREMIAL MUNICIPAL han solicitado la derogación inmediata del decreto anunciando de que no se acceda a su solicitud, desde el martes 17 de Octubre se iniciarán medidas de fuerza que irán desde asambleas y movilizaciones en todas las áreas del municipio.
“Con esta medida Romero permite que sus allegados ocupen cargos, ignorando la carrera administrativa vigente y va en contra, claramente, de los convenios colectivos de trabajo vigentes. Esto es una arbitrariedad que no estamos dispuestos a permitir”, enfatizó la dirigente gremial.
LA MEDIDA DEL EJECUTIVO MUNCIPAL, CONLLEVA A UN RETROCESO DE LOS DERECHOS LABORALES.
De no mediar una revisión inmediata de su medida, seguramente, esta semana habrá un clima de creciente conflictividad en toda la municipalidad salteña.
Este es el polémico decreto municipal:
