Luego de la visita de la semana pasada de la titular nacional de ANSES, Fernanda Raverta, y ante la andanada de quejas y denuncias en contra del accionar de los funcionarios a cargo de la delegación Salta, los titulares fueron removidos y se anunció una intervención de la que sería parte dos funcionarias de carrera del organismo local. Se espera que mejore la atención al público y sea más eficaz.
El paso de Marcos Vera, titular de la Cámpora de Salta, a cargo de Anses desde el año pasado dejó un amargo sabor en la gente que tuvo que sufrir su gestión plagada de denuncias y cargada de soberbia. Evidentemente, ni siquiera en el núcleo duro del sector al que pertenece habría caído bien sus desplantes propios de un funcionario que creía tener el puesto asegurado de por vida. Su caída también arrastro a Aramayo quien, hizo, en los últimos tiempos intentos desesperados de mejorar la imágen de la conducción salteña de la entidad nacional, pero sin un resultado positivo final.
La visita de Raverta precipitó el desenlace de una gestión seriamente cuestionada sobre todo por quienes la padecieron ya que no se dieron las respuestas esperadas. Quizás la gota que rebalsó el vaso fue la denuncia de ventas de turnos, en la que inclusive, se involucró a algún empleado quien viendo el desorden de la gestión aprovechó la volada.
Así las cosas, la orden de intervención bajo “desde arriba” dando término a esta gestión.
Trascendió que momentáneamente queden al frente del organismo de Salta, dos empleadas de carrera: Ana Ibarguren y Cecilia Isasmendi quienes tienen serias chances de ser parte de la intervención nacional.
Lo que realmente interesa al la gente es que de una vez por todas se agilicen los trámites y quienes concurran a las oficinas, en su mayoría, gente de la tercera edad, sean atendidos como corresponde. Esperemos que esto cambie a la brevedad posible.