La decisión dada a conocer por la empresa Aguas del Norte de restringir el servicio en las noches de verano a varias zonas de la ciudad de Salta, incluida la zona norte; puso en evidencia que la reciente inauguración de la planta potabilizadora de Campo Alegre, La Caldera, no solucionará el problema de abastecimiento, al menos por el momento, de la falta de provisión de agua de los salteños; como asi también la falta de inversión en infraestructura de la empresa. Las quejas vecinales van en crecimiento.
Si bien es cierto que el ineficiente servicio de provisión de agua por parte de la empresa prestataria es de público y notorio, ya sea por la falta de inversiones, el retraso en los tiempos de obras, la calidad del agua, etc. una nueva situación, anunciada por la Aguas del Norte vuelve a crispar los ánimos de los usuarios.
De acuerdo a las palabras de Javier Jurado, la cara visible de la empresa, ya que el Dr. García Salado prefiere permanecer ajeno al punto de tener que haber sido obligado por la fuerza pública a presentarse ante los legisladores semanas pasadas para presentar algún descargo sobre la ineficiencia de la empresa a su cargo que para nada satisficieron no a los legisladores, ni mucho menos a los usuarios; Aguas del Norte cortará el servicio de 21 a 7 de la mañana en las zonas norte, oeste y centro de la ciudad de Salta durante las noches de verano; al menos hasta que lleguen “las lluvias”
Claramente esta situación dejó al descubierto nuevamente que las recientes afirmaciones de los funcionarios provinciales y municipales y de la misma empresa al dejar “inaugurada” la plata potabilizadora de Campo Alegre en La Caldera que supuestamente abastecería la demanda de Salta Capital, La Caldera y Vaqueros, están aun lejos de poder ser realidad. En ese momento se dijo que esta planta sería la solución para la zona norte de la ciudad, pero claramente se sabía que aún el acueducto por donde debe transportarse el agua no está concluido. También se sabe que las obras complementarias que significan, en algunos sectores, cambios de cañerías o ampliación de redes aún están en “veremos”, aunque con la promesa de una “pronta” concreción. A ciencia cierta se sabe que, por ejemplo, en Vaqueros, el intendente Moreno y la gente de la empresa le han pedido a los vecinos que aporten los materiales para continuar con algunas obras, algo que evidentemente no le corresponde a los vecinos, dada la importante recaudación que tiene la empresa.
Los desmanejos administrativos de la empresa no han sido dados a conocer y los vecinos entienden que se abona una importante cantidad de plata para que la empresa cumpla con el servicio que, como dijéramos mas arriba, es a todas luces deficiente, y ahora pedirle a los vecinos tanto funcionarios como empresarios que sean ellos los que aporten para las inversiones que son exclusiva responsabilidad de la empresa es “como mucho”.
Los vecinos vaquereños, sin embargo, y con la desesperación real de poder contar con agua potable en sus grifos accedieron al pedido y las obras avanzan; pero se espera que esto no se transforme en una práctica habitual, más aún teniendo en cuenta que la empresa hace un gran negocio desde hace años